La prochaine fois je viserai le coeur - Cédric Anger - Francia
7/10
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Que gran motivo llevaba a Neuhart a cometer semejantes crímenes? Estaba totalmente loco? Era un psicópata muy inteligente? Porqué trataba a Sophie y al resto de su familia de esa manera? Porque ese mal humor? Y el trato a Bruno? Porque? De donde provenian esa especie de brotes psicóticos repentinos que tenia? Porque disfruta con el dolor físico ajeno y también el propio? Su moral y su ética pueden ser los detonantes de tal comportamiento, le gusta el orden, la autoridad, no le gustan las imprudencias, es pulcro y cuidadoso con su imagen, pero todas sus 'leyes' las lleva hasta el limite mas radical sin consentir que nadie las traspase. Tambien hay escenas en las que es él mismo quien busca sentirse 'sucio' y va a lugares donde encontrar víctimas fáciles que encajen con su perfil, en otras escenas lo vemos flagelarse, en definitiva, buscaba sentirse limpio y en paz con Dios? Son muchas las preguntas que uno se hace viendo esta película y la sensación continua de que no van a ser resueltas ya queda patente desde el inicio con esa frase que aparece a los 15 minutos: 'Soy un asesino y por lo tanto, mataré'. No hay nada mas que explicar. Con marcados momentos de extraño humor generado por la búsqueda del asesino por parte del propio asesino en Oise, la película consigue salvar el vacío del melodrama mas rancio y somnífero por el que navega. Su primera parte acumula una tensión rara, imposible de definir pero que esta ahí, impasible y perfectamente trasladada a la pantalla por un personaje como Neuhart. Sin una actuación similar a la de Canet, capaz de aguantar esa pose tanto como asesino y como gendarme, esta película no se sostendría de ninguna manera. Dada la posición en que su director pone al espectador y el marco en que la encierra necesita soberanamente de un punto de fuga magnánimo, algo o alguien que resalte entre todo ese ruido de fondo y guíe a los demás, ese alguien es Guillaume Canet. Solamente por su actuación merece la pena ver esta película. Una de las cosas negativas de la cinta, además de estar jugando en la cuerda del melodrama barato con suerte de salir airosa es que si esa primera parte o primer acto aprovecha bastante bien el enfoque de su director y la poca incursión en el thriller convencional, a partir de un poco antes de la mitad del filme su tensión parece estancarse y no aumenta debido principalmente a que el espectador no se siente impresionado con escenas que no aportan nada, la previsibilidad obvia e inicial de saber quien es el asesino hace que uno espere algo y cuando la película no va pasa de ahí en ese sentido lo único importante es disfrutar de la gran interpretación de Canet. La banda sonora de Grégoire Hetzel completa este clima enrarecido con unos acordes alargados y melodiosos interrumpidos por secos silencios llenos de sonidos agudos que permiten viajar lentamente a la mente de Neuhart e intentar discernir que diablos le llevo no solo a cometer los asesinatos sino a continuar la investigación de ellos como gendarme. Estamos ante un thriller sencillo, para visionar sin pretensión alguna y dejarse embaucar por la fría y profunda mirada de su protagonista y la brillante interpretación de Guillaume Canet, fuera de eso, el resultado es un ejercicio cinematográfico simple, llano y efectista.
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