Warcraft - Duncan Jones - Estados Unidos
4/10
'Warcraft' es la adaptación cinematográfica de uno de los videojuegos de mayor repercusión de los últimos años. Nos presenta al tranquilo reino de Azeroth, que verá perturbada su paz por la invasión de una horda de orcos procedente de otro mundo que esta completamente destruido, y que tiene la intención de colonizar este para poder sobrevivir. No sé si soy el mas indicado para hacer esta reseña. Desconozco por completo el universo 'Warcraft', que por lo leído y escuchado es muy extenso y complejo. Quizás este desconocimiento me sea favorable, porque me limitaré a analizar la cinta, sin ningún prejuicio y sin el fanatismo del fan incondicional del videojuego. Mi veredicto es rápido y sencillo, 'Warcraft' es una mala película. Y es una pena porque la curiosidad por conocer los diferentes mundos y razas de 'Warcraft' existe desde el principio del metraje, pero en ningún momento consiguen contarlo nada bien. Su principal error, de los muchos que tiene, es la historia. El guión es confuso y quiere abarcar demasiadas cosas, no se si para contentar al fan, pero esa acumulación de factores le juega claramente a la contra. La premisa inicial del relato es interesante, pero a medida que avanza, el guión se desvanece y hace aguas por muchos lados. No consigue dotar de profundidad y matices a los personajes principales, los secundarios salen y desaparecen sin mas, y el tedio y el aburrimiento se apoderan de la pantalla, cosa que en un blockbuster con pretensiones de saga es lo peor que le puede ocurrir. Ni entretiene, ni empatizas con los personajes, por lo que no te haces tuyo su sufrimiento y te da bastante igual su destino. La dirección corre a cargo del prometedor Duncan Jones (hijo de David Bowie), que si bien en sus dos anteriores films, las notables 'Moon' i 'Código Fuente', consiguió dotarlos de una personalidad y una identidad propia, en este no lo logra en ningún momento. Duncan dirige como puede el caótico guión y ni tan siquiera consigue alguna buena escena de acción. Esta vez no ha acertado señor Duncan. La parte interpretativa esta a la altura de la película, o sea ni frío ni calor, aunque la tendencia general tiende al suspenso. Travis Fimmel, el protagonista de 'Vikings', es de lo mas destacado del film, pero ve lastrado su trabajo por la poca definición de su personaje. Un par de buenas salidas cómicas y poca cosa mas para un protagonista que tendría que haber dado mucho mas de si. La parte femenina va a cargo de la bellísima Paula Patton, que se encuentra con el mismo problema que su partenaire masculino. Lo peor son los secundarios, un Ben Schnetzer sin carisma alguno, un poco creíble Dominic Cooper y un mal Ben Foster como uno de los villanos de la película.
Lo mejor y a la vez lo peor son los efectos digitales. Me explico. La construcción de los orcos alcanza un nivel de perfección extraordinario, de hecho el orco Durotan (Toby Kebbell) es de largo el mejor personaje de la función, pero a lo largo de la película el CGI canta demasiado y esta utilizado en exceso, y esto viene siendo un problema habitual de varios de los últimos blockbusters americanos como por ejemplo 'X-Men Apocalypsis', 'Batman v Superman' o 'Civil War'. El digital no esta al servicio de la historia sino todo lo contrario, y eso es un grave error que repiten continuamente en este tipo de grandes producciones. No han aprendido nada de la lección que dio el maestro George Miller en 'Mad Max Fury Road', y como utilizo este tipo de efectos y los puso al servicio de la historia para lograr la mejor película de acción de este siglo. Hay que reconocer que durante el visionado te viene en mente principalmente la trilogia de 'El Señor de los Anillos', o la magistral 'Excalibur' o la serie 'Juego de Tronos', o incluso en algún instante te pasa por la cabeza 'Avatar', pero 'Warcraft, el Origen' no llega ni aproximarse a ninguna de estas, ni mucho menos.
Otro pequeño detalle que nos delata que la película no funciona, son la escenografía, vestuario y banda sonora. En los decorados que no son digitales, pocos, pero alguno hay, el cartón piedra se nota demasiado, en especial la guarida del mago Medivh (Ben Foster). En el vestuario todas las telas están limpias y perfectamente tejidas. Las armaduras no tiene un solo rasguño y están limpísimas y brillantes. Todo es tan pulcro que parece totalmente artificial. Con un presupuesto tan grande, mas de 150 millones de dolares, y ya que en guionistas no se los han gastado, estos detalles tendrían que estar cuidados a la perfección. Por lo que respecta a la música corre a cargo de Ramin Djawadi, responsable de alguna partitura de 'Game of Thrones' o 'Pacific Rim', se limita a acompañar a la película con machaconas melodías que no aportan demasiado. Resumiendo, creo que se ha perdido una muy buena oportunidad de iniciar una saga que podía haber sido brillante. Quizás la saga se realizara, todo dependerá de lo que recaude en taquilla, pero el inicio ha sido completamente fallido.
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