The Finest Hours - Craig Gillespie - Estados Unidos
6/10
'The Finest Hours' es una película dedicada a un hecho real que ocurrió en 1952, la historia del mayor salvamento realizado nunca por la más pequeña embarcación. Así pues estamos hablando de lo que debería ser una película épica donde los sacrificios y sufrimientos están presentes en cada minuto de la cinta. Disney nos presenta una película de época, ambientada en los glamurosos años cincuenta donde el capitán de la guardia costera Benard Webber, interpretado por un sosísimo Chris Pine da vida a su protagonista. Este debe enfrentarse a una decisión que le puede costar su vida y la de los hombres a su mando. Lo que nos vamos a encontrar una vez sentados cómodamente en nuestra butaca será la presentación a modo de historia de amor del capitán Webber, un personaje tímido y bastante estricto con las reglas a las que ciñe su vida como guarda costero pero el amor que todo lo puede entra en su vida cuando conoce a Mirian la que será su futura esposa interpretada por Holliday Grainger (posiblemente la recordéis haciendo de Lucrecia Borgia en la serie de televisión). Tras este comienzo donde se pretende simpatizar y comprender la
mentalidad del capitán Webber aunque en mi opinión no hace más que
plantearte si el protagonista no sufrirá de un posible síndrome de
asperger, damos paso a la acción que es lo que más esperamos de esta
película. El SS Pendleton un petrolero que se dirigía a Boston es
literalmente partido en dos por una de las mayores tormentas invernales
que se dieron en las costas de Nueva Inglaterra. Treinta marinos han
quedado en una de las partes del buque y pronto van a acompañar en el
viaje final a sus otros compañeros que yacen en el fondo del mar junto
con la otra mitad hundida. Ante tan desesperada situación el oficial
ingeniero del petrolero, interpretado por el hermano pequeño de Batman (Cassey Affleck),
intentará coordinar a los hombres que quedan de la tripulación para que
trabajen unidos, pese a que en un principio no es nada apreciado poco a
poco conseguirá ser obedecido, se ve que esta familia no cae bien allá
donde vaya. Las noticias del desastre llegan hasta la estación costera
de Chatam en Massachusetts, el oficial al mando Daniel Cluff, (interpretado por un Eric Bana que de tan soso que es llegas a tomarle cariño)
debe decidir mandar una operación de rescate para salvar a los
supervivientes del petrolero. El capitán Webber será el que junto con
cuatro hombres más deberá encabezar esta operación de salvamento en el
barco más ridículamente pequeño que puedas imaginar para esta tarea.
Olas gigantescas, vientos y temperaturas extremas son algunas de las
cosas a las que deberá enfrentarse para poder llevar a cabo su decisión
de salvar a las víctimas de este naufragio. Esta es la parte que mas
merito y en la que mas destaca la película, tanto la fotografía como su
manera de filmar nos ofrecen por fin algo espectacular en lo que podamos
prestar verdadero interés porque hasta ese momento el drama humano del
que hemos sido testigos nos ha dejado como en el mes de febrero el
tiempo en las costas de Massachusetts. La acción a partir de este
momento se divide en dos, por un lado veremos como el capitán Webber y
su minúsculo bote intentan encontrar la parte que aun no se ha hundido
del petrolero y por otro como el oficial ingeniero busca soluciones para
demorar el hundimiento de lo que queda de su buque. La desesperación de
la gente que ha quedado en la estación de guardacostas esperando
noticias no ayuda en nada a que la trama se desarrolle más bien hace
todo lo contrario y parece metidas con el único pretexto de alargar la
película sin ton ni son. Si algo te puede hacer disfrutar de la película
es su espectacularidad en las escenas donde vemos el mini bote del
capitán Webber rompiendo las olas para llegar a encontrar el petrolero,
escenas muy bien filmadas y movimientos de cámara que no te marean como
viene siendo lo normal en el cine actual. En contra su poco interés en
el drama que se desarrolla ya sea por los actores y sus espesas
interpretaciones o por que la película no consigue llegar al nivel épico
que cuenta la historia real. En definitiva una película para pasar un
rato y para olvidar que me recordó a la 'The Perfect Storm' de Petersen sin un George Clooney que la salvara del naufragio.
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