viernes, 9 de octubre de 2015

THE WITCH


The Witch - Robert Eggers - Estados Unidos
8/10

'The Witch' es absorbente como pocas, su inquietante atmósfera y su progresivo ritmo no cesa hasta un final impactante y difícil de olvidar. La opera prima de Robert Eggers posee un argumento tan simple que de no ser por la brillante dirección que el norteamericano imprime a cada una de sus escenas hubiera sido un desastre total. La historia es la siguiente: Año 1630, una familia cristiana es expulsada al completo de la colonia en la que viven junto a otras familias por sus diferencias en la interpretación de los Evangelios. Recordemos que en aquella época, todo lo malo o inexplicable era achaCado al mal, al diablo o a la brujería. Excomulgados los 7 (madre, padre y 5 hijos, dos de ellos mellizos) se trasladan a una cercana casa al lado de un bosque donde se rumorea habita una presencia sobrenatural. Ralph Ineson (William) y (Katherine) y Kate Dickie dan vida al matrimonio mientras que los hijos son interpretados por Harvey Scrimshaw (Caleb), Ellie Grainger y Lucas Dawson (los mellizos Mercy y Jonas) y Anya Taylor-Joy (Thomasin), todos ellos, caras casi desconocidas para el público. El guión firmado por el propio Eggers nos presenta una película seria, firmemente dirigida y que no se tambalea en ningún momento. Su arranque es lento, y el primer incidente con importancia también aparece en el trailer con lo que, lo interesante tarda en llegar pero llega. Cuando llevas 20 minutos deseas que se acabe y cuando se acaba desearías que siguiera debido a las imagenes tan shockeante de su final. Tras trasladarse a la nueva casa, el mas pequeño de la familia, Sam, desaparece mientras juega con su hermana mayor. El padre acepta el hecho que ha sido un lobo el que se llevo al bebe al bosque mientras que Caleb, su otro hijo varón, no deja de preguntarse si al no haber recibido el bautismo su hermano pequeño, podrá ir al cielo si realmente esta muerto. A la desaparición se le une los problemas familiares que generan una mala cosecha, el cruce de acusaciones y la falta de alimento para el futuro mas próximo. Forzados a buscar comida en el profundo y oscuro bosque, la paranoia constante sobre la bruja ira en aumento tras una pelea entre todos los hermanos en la que los mellizos hacen una extraña confesión a Thomasin. Es ese momento en concreto donde la película comienza su despegue total, la escena donde una simple pelea entre hermanos termina convirtiéndose en algo terrorífico que genera mas paranoia aun si cabe en la familia y en su madre en particular.


La banda sonora de Mark Korven ('Cube') es mas que adecuada, no brilla pero aumenta muchisimo la tensión en contadas escenas de una forma efectiva y sin abusar de ella para generar el sobresalto.  Rozando el drama y lo onírico por momentos, este negro y satánico cuento de terror casi gótico en su diseño e impecable estética cuenta con un bosque al mas puro estilo 'Antichrist' al que su director sabe sacar todo el partido necesario, jugando  muy bien sus bazas y no mostrando la última carta hasta el final y, aun y con todo eso, consigue sorprender y trascender. Es curioso esto pero, los 87 minutos están llenos de flojos sobresaltos incrustados en bonitos planos (la melliza cantándole a la cara a la cabra) unidos a otros capaces de removerte el estomago (la escena siguiente tras la desaparición de Sam). Lo mejor es como Eggers va generando su climax final llenando todos los minutos anteriores perspicazmente, sugestionando al espectador de una manera simple con escenas desenfocadas por momentos y truculentas, macabras, llenas de sangre, vísceras y brujería, pequeños fragmentos que se quedan grabados en la retina para luego formar parte de un todo. Quizás hasta la acusen de ser un producto dramático mas que de terror pero eso no le quita ni un ápice de brillantez a una película que va generando tensión a cada fotograma que muestra. Su ultimo acto donde otras explotan a granel y sin sentido a veces todo la buena tensión generada hasta ese momento explotando en un festín de sangre, sexo y escobas no ocurre en 'The Witch', el final es como una de esos mini sobresaltos que Eggers ha ido añadiendo durante todo el metraje solo que, mas revelador y contundente. Like 'Under the skin'. Ojo a la música en esta parte final, brutal. Hay que alabar el trabajo de Jarin Blaschke en la fotografía otorgando a ese microcosmos que forman casa-bosque-río un tono uniforme, sucio, austero y donde el color solido solo aparece los fragmentos clave de la película. No quiero cerrar la critica sin mencionar a quien se lleva toda la atención del filme en cuanto a interpretaciones se refiere, la jovencisima Anya Taylor-Joy. Con solo 18 años la, argentino-americana, ofrece un registro esplendido componiendo un personaje nada fácil y que practicamente carga con todo el peso de la película de una manera sensacional, realmente consigue transmitir muchisimo el miedo y la desesperación en su rostro cuando es sometida por las paranoias de su madre.

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