8/10
Wade Wilson (Ryan Reynolds, 'Buried', 'Green Lantern'), socarrón y bocazas mercenario, vive gracias a los trabajitos que le encarga su colega/empleador Weasel. Un buen día, en el bar regentado por el propio Weasel, conoce a Vanessa (interpretada por la televisiva Morena Baccarin, 'V', 'Homeland'), prostituta de lengua afilada, con la cual comienza una relación basada en celebrar todas y cada una de las fiestas del calendario follando como leones. Todo parece ir de maravilla hasta que a Wilson le detectan un cáncer prácticamente incurable. La solución a sus problemas de salud vendrá en forma de un tratamiento milagroso, a manos de una misteriosa organización, que promete, además de curarle, dotarle de unas nuevas capacidades dignas de un superhéroe. Todo cambiará cuando la supuesta cura no sea más que un experimento para crear esclavos con superpoderes y alquilarlos al mejor postor. Dicho tratamiento, en forma de mil y una torturas, curará a Wilson de su enfermedad y le dotará con la habilidad de poder regenerar su cuerpo ante cualquier lesión recibida. Así mismo le conferirá el mismo aspecto que Freddy Krueger después de una sesión de peeling. A partir de este momento seremos testigos de la transformación de Wade en Deadpool y del inicio de su venganza. Proveniente del mundo de la animación, y con solo dos cortos dirigidos a sus espaldas, Tim Miller nos presenta la adaptación cinematográfica del personaje creado por Fabian Nicieza y Rob Liefeld (Satan as himself, los lectores de cómic comprenderán el porqué de esta inquina...) para Marvel Comics. Más que el trabajo de Miller, notable por otra parte, es destacable el guión perpetrado a 4 manos por Rhett Reese y Paul Wernick ('Bienvenidos a Zombieland', 'G.I. Joe: Retaliation'). Los continuos chistes, que podrían llegar a ser cargantes, funcionan perfectamente, así como las distintas referencias pop que salpican el metraje. Si bien es cierto que el carácter del personaje, con sus múltiples roturas de cuarta pared, facilita esta tarea. Estudio, personajes y actores, incluido el propio Reynolds, no están a salvo de las chanzas de Deadpool. Y qué menos que destacar al vehículo de toda esta sorna, Ryan Reynolds, el cuál consigue quitarse el estigma de su anterior trabajo superheroico (la fallida 'Green Lantern'), con una magnífica encarnación del mutante, apoyada en gran medida a un gran trabajo de expresión corporal. Además de nuestro antihéroe protagonista también contaremos con la presencia de Coloso, personaje totalmente digital, y de Negasonic Teenage Warhead, como representantes de la franquicia mutante. Los cuáles no solo no molestan, sino que dan cierto empaque al film, integrándolo, aunque sea tangencialmente, en la franquicia mutante de Fox. Acción cortesía del antihéroe de moda que, vistos los resultados de taquilla, promete volver con más fuerza en una segunda entrega y con un invitado de excepción (fans del cómic mutante noventero, estáis de enhorabuena)
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