I giorni dell´ira - Tonino Valeri – Italia/Alemania
7/10
Aprovechando el buen momento del spaghetti-western en general y el de Lee Van Cleef en particular ('La muerte tenía un precio', 'El bueno, el feo y el malo', 'El halcón y la presa'), Tonino Valeri ('Mi nombre es ninguno') tuvo a bien dirigir la adaptación de la novela alemana 'Der Tod ritt Dienstags' de Ron Baker. Coproducción italo-germana, 'El día de la ira' se acabará convirtiendo en una obra de referencia dentro del género. No hay más que ver los créditos iniciales, creados por Iginio Lardani, para darnos cuenta de que estamos ante algo distinto. Una sucesión de imágenes en saturados tonos monocromáticos nos irán mostrando la cara de los protagonistas así como distintas escenas del film. Como acompañamiento contaremos con la música de Riz Ortolani, que compondrá un tema central magnífico, que el propio Tarantino acabará utilizando en la banda sonora de 'Django Desencadenado'. La película nos contará la historia de Scott Mary (Giuliano Gemma), un huérfano que hace las veces de chico para todo en el pueblo de Clifton. Scott sueña con convertirse, como Doc Holliday, en un famoso pistolero. Su oportunidad le llegará de manos de Frank Talby (Lee Van Cleef), un extraño que llegará al pueblo intentando saldar una vieja deuda. Frank tomará a Scott como su pupilo y, a base de palos, le irá dando una serie de lecciones para que éste se convierta en el fiero pistolero que desea ser. Pronto, tutor y pupilo acabarán haciéndose con el control de todo el pueblo y nos daremos cuenta de que Talby no es el buen samaritano que pretendía ser. Estamos ante una adaptación far west del patito feo, con un Gemma convirtiéndose en cisne bajo la supervisión de su hada madrina, Van Cleef. El film cuenta con todos los elementos clásicos del género, incluyendo un par de guiños para deleite de los fans del eurowestern. El primero de ellos será el nombre de la mula de Scott Mary, Sartana, que homenajeará a uno de los héroes más clásicos del spaghetti western. El segundo homenaje será la aparición de un trasunto de Django, contratado para encargarse de Frank Talby. Ambos protagonizarán un duelo a caballo con carabina que, para mi, es la mejor escena del film. Estamos ante un clásico menor, que si bien no puede competir con los grandes del género, si que destaca, y de que manera, sobre la ingente cantidad de producciones almerienses de la época. Muy recomendable.
0 comentarios:
Publicar un comentario